Uno de los consejos de inversión más tradicionales en Chile suele ser el de aprovechar el patrimonio para comprar un inmueble. La adquisición de una casa propia ha sido durante generaciones la materialización de las aspiraciones de bienestar y de progreso para muchas familias.

En una era en que los capitales se volatilizan en operaciones que prometen altas ganancias -tales como inversiones en criptomonedas o en el mercado de valores- ¿es todavía un buen negocio la inversión inmobiliaria?

Invierte en solidez

Comprar una casa o un departamento ofrece una sensación de solidez, una inversión pensada en tener un mejor futuro, y que continúa como una de las principales aspiraciones de las familias chilenas. Ser dueño de tu vivienda te permite contar con un activo que se puede vender con ventaja cuando sea necesario.

Se trata de un bien tangible que se puede utilizar durante toda la vida. Esto representa una gran diferencia frente a otras inversiones que quedan “guardadas”, tales como acciones o instrumentos de crédito, moneda extranjera o ahorros en el banco, cuyos beneficios no puedes ver ni aprovechar en el día a día.

Considerando todo lo anterior, a continuación, te damos una lista de las ventajas de la inversión inmobiliaria para que consideres que, a final de cuentas, sigue siendo una de las mejores opciones en el mercado actual:

  1. Inviertes en una propiedad que utilizas

Invertir adquiriendo una casa o departamento es -a fin de cuentas- asegurar un futuro para ti o para tu familia. La casa propia tiene el valor de convertirse en un hogar y ser aprovechada mientras aumenta su valor en el tiempo.

  1. Permite ahorrar en arriendos

Con el pago de arriendos, las familias pierden muchos recursos a lo largo de los años, los cuales jamás se recuperan. En cambio, la compra de un inmueble con un crédito hipotecario implica que las cuotas pagadas son utilizadas para beneficio propio, es decir, permiten costear el valor del inmueble.

  1. Cada peso invertido valoriza la propiedad

Una vez que se adquiere una casa, los gastos de mantenimiento representan una inversión que valoriza la propiedad. Todo lo que se haga para mejorar la vivienda permite elevar el valor de la misma, pudiendo obtener una mayor rentabilidad al momento de venderla.

  1. Beneficios fiscales

Con la compra de una casa o departamento se reciben beneficios en el pago de impuestos. A diferencia de otros negocios que implican altas contribuciones por la naturaleza de sus operaciones, el Servicio de Impuestos Internos (SII) otorga ciertas regalías.

El SII indica en su página web que las personas que pagan créditos hipotecarios pueden descontar del pago de impuestos “los intereses efectivamente pagados durante el año calendario al que corresponde la renta, de créditos con garantía hipotecaria destinados a adquirir o construir una o más viviendas, o de créditos de igual naturaleza destinados a pagar los créditos señalados“.

Es decir, en la declaración anual de la renta se pueden descontar los intereses generados por un crédito hipotecario para comprar una o más casas.

Existen múltiples opciones de financiamiento para la adquisición de inmuebles, las que obedecen a variables como el historial crediticio, el nivel de ingresos o las garantías ofrecidas. Puedes elegir la opción que más te acomode según tus perspectivas de crecimiento y la oferta de crédito en el mercado. Esto marca una diferencia frente a otros tipos de inversiones, cuyos resultados no puedes controlar.